Esperando que
todo este donde debe estar, arriba de la azotea de la incertidumbre, o debajo
de las sabanas mañaneras, un remordimiento
desvisto de su papel dorado y lo mastico como chocolate con trufa en su
interior.
Me dejó
seducir por tu subconsciente y derrito relojes y me vuelvo a dormir,
que eso es
lo que pasa,
a veces a uno le toca mas fuerte a otros suavemente
como ala de mariposa.
Pero todos
un poquito dormido estamos, esperando que el pestañeo sirva para que la luz no
nos queme.
Que el
ocaso es un puente para descubrir la luminosidad en el lado oscuro de la luna.
Vivamos y
brindemos por todo lo que nos causa efecto.
Abrazos y a
despegar.
Mirando lo
ocurrido respiro y vivo.